Noticias de la compañía PLEXIGLAS Mejora las Técnicas de Termoformado de Láminas Acrílicas
Imagina transformar una lámina acrílica ordinaria en impresionantes obras de arte, componentes industriales de precisión o elegantes elementos de decoración para el hogar, todo a través de la magia del calor y la artesanía. Esto no es un sueño lejano, sino la realidad del termoformado acrílico. PLEXIGLAS®, un material acrílico de primera calidad, hace que las visiones creativas sean tangibles con su excepcional maleabilidad.
El proceso de termoformado para láminas acrílicas PLEXIGLAS®, comúnmente conocido como "doblado", implica ablandar el material mediante calentamiento antes de darle forma. Las técnicas de calentamiento más frecuentes incluyen:
Estos métodos permiten el calentamiento de toda la superficie o el calentamiento de áreas específicas, según los requisitos del proyecto. Para doblados rectos simples, basta con calentar localmente solo el área de doblado.
Para lograr resultados óptimos en el termoformado acrílico, se deben considerar varios factores críticos:
1. Gestión de la temperatura: La temperatura de formación ideal para PLEXIGLAS® oscila entre 160°C y 180°C. El calor excesivo corre el riesgo de derretir o deformar el material, mientras que el calor insuficiente compromete su plasticidad. Se recomiendan herramientas profesionales de medición de temperatura.
2. Uniformidad del calentamiento: La distribución uniforme del calor en toda la lámina es crucial para evitar una formación desigual. Al utilizar calentadores infrarrojos, el ajuste adecuado de su posición y potencia de salida garantiza un calentamiento homogéneo.
3. Selección del molde: La elección del molde de formación impacta significativamente en el producto final. Los moldes de aluminio suelen ser preferidos por su excelente conductividad térmica y calidad superficial.
4. Proceso de enfriamiento: El enfriamiento posterior a la formación debe controlarse cuidadosamente para evitar tensiones internas que podrían causar agrietamiento o deformación. El enfriamiento por aire natural o los métodos suaves de aire forzado son generalmente los más efectivos.